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1. Introducción

l modelo económico predominante en la actualidad sigue un enfoque lineal basado en la secuencia "extraer, producir, consumir y desechar". Este sistema ha impulsado el crecimiento económico y el desarrollo industrial, pero también ha generado impactos ambientales y sociales significativos, como la sobreexplotación de recursos naturales, el aumento de residuos y la contaminación. 

La economía circular surge como una respuesta crítica a los impactos negativos del modelo económico lineal y propone un cambio de paradigma en la manera en que se producen y consumen bienes y servicios. Se basa en la reducción, reutilización, reparación, reciclaje y regeneración de materiales para minimizar la generación de residuos y el uso de recursos naturales

La transición hacia una economía circular requiere un compromiso conjunto de gobiernos, empresas y ciudadanos. A nivel legislativo, la Unión Europea ha adoptado el Plan de Acción para la Economía Circular (2020), cuyo objetivo es desvincular el crecimiento económico de la explotación de recursos naturales, promoviendo un sistema competitivo y neutral en carbono, conocido como desacoplamiento. Este plan se enfoca en los sectores más contaminantes y productores de residuos, como la electrónica, automóviles, plásticos, embalajes, textiles, construcción y residuos alimentarios, buscando alargar la vida útil de los productos y recuperar materiales para reducir la presión ambiental. A este sistema en el que el aumento del PIB no implica mayor uso de recursos se le denomina crecimiento verde

A nivel nacional se cuenta también con la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) o España Circular 2030, alineada con la de la UE, que trata de apoyar e impulsar este nuevo modelo de producción y consumo, y se estructurará en diferentes planes trienales, actualmente por desarrollar.