4. Alineación entre unidades funcionales y objetivos

Cada unidad funcional de una empresa, como producción, ventas, logística, TI y gestión de calidad, desempeña un papel específico en la consecución de los objetivos del sistema. Estos objetivos suelen incluir la mejora de la eficiencia, la reducción de costes, la personalización de productos o servicios, la mejora de la calidad y la competitividad en el mercado.

Es fundamental que cada unidad funcional utilice las THD de acuerdo con los objetivos del sistema. Por ejemplo, el departamento de producción puede utilizar la automatización para reducir costes, mientras que el departamento de ventas puede aprovechar la comunicación en tiempo real para mejorar la competitividad.

El éxito de la implantación de estas tecnologías depende de una correcta integración vertical de las unidades funcionales. Una empresa integrada verticalmente mantiene la mayor parte de su cadena de valor internamente, desde el desarrollo de productos hasta la fabricación, el marketing, las ventas y la distribución.

La integración vertical supone una conexión que va más allá de los niveles jerárquicos de producción tradicionales, desde los sensores hasta el plano de negocios de la compañía. Esto significa que la planta está estrechamente coordinada con procesos de nivel superior, como compras y el control de calidad.

Esta integración permite que los datos de producción sean utilizados para tomar decisiones sobre el negocio, contratación y otras cuestiones. Los beneficios medibles de dicha integración incluyen menores costos de producción y la capacidad mejorada de fabricar de manera rentable pequeños lotes personalizados, todo sin restar valor a los más altos estándares de calidad.