3. Asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (AGS)
El concepto de sostenibilidad en el ámbito empresarial ha ido evolucionando en los últimos 70 años. En la década de los 50-60 surgió la idea de que los empresarios tenían la responsabilidad de tomar decisiones acordes con los valores de la sociedad, aunque solo unas pocas empresas adoptaron esta postura. En los años 80-90, se planteó que las estrategias de las organizaciones debían ampliar los grupos de interés más allá de la concepción clásica de los clientes y accionistas.
Con el inicio del nuevo milenio se acuñó el término responsabilidad social corporativa (RSC) o responsabilidad social empresarial (RSE), que incorporó la ética en la gestión de las empresas y consideró en sus estrategias de negocio su impacto social y ambiental.
Sin embargo, a partir de 2020, este término fue reemplazado en España por la nomenclatura ASG (ambiental, social y gobernanza), en inglés ESG, de environmental, social and governance.
Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) son un conjunto de reglas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales, incluyendo tanto criterios positivos sobre qué tipo de activos y proyectos son válidos para invertir en ellos, por su carácter positivo más allá de los criterios financieros, así como criterios negativos sobre qué tipo de activos y proyectos no son válidos para invertir en ellos.
- “A” de ambiente se refiere a las prácticas relacionadas con la gestión de recursos naturales, cambio climático y relación con el planeta.
- “S” de social, hace referencia a los derechos humanos, las normas laborales, la diversidad, la igualdad, inclusión y las relaciones con la sociedad y las comunidades locales.
- “G” de gobernanza se relaciona con la estructura y buen gobierno de la empresa, la ética empresarial, la lucha contra la corrupción, la acción colectiva, la transparencia y la toma de decisiones.
Los criterios ESG o ASG son indicadores que evalúan la actuación empresarial más allá de los resultados financieros. Estos criterios orientan tanto a la sociedad como a los inversores sobre el desempeño de una empresa en términos de sostenibilidad, incentivando a las compañías a implementar acciones en los tres ámbitos mencionados.