2. Principales retos ambientales y sociales

Cambio climático 

El cambio climático se refiere a la variación global del clima de la Tierra, influenciada tanto por causas naturales como por la acción del hombre. Esta variación afecta diversos parámetros climáticos, como la temperatura, las precipitaciones y la nubosidad, a lo largo de diferentes escalas de tiempo.

Cuando los rayos del Sol llegan a la superficie de la Tierra, parte de ellos se reflejan hacia la atmósfera. Algunos de estos rayos chocan allí con moléculas de gases atmosféricos capaces de absorber esa energía y retener el calor, estos gases son conocidos como gases de efecto invernadero (GEI). Estos gases, presentes de forma natural, han permitido la vida en la Tierra durante millones de años. Ejemplos de ellos incluyen son el dióxido de carbono (CO₂), vapor de agua (H₂O), óxido nitroso (N₂O), metano (CH₄) y ozono (O₃), todos los cuales desempeñan un papel en la regulación de la temperatura del planeta. Estos gases no solo tienen un origen natural, también son producidos por actividades humanas, lo que aumenta su concentración en la atmósfera.

Las emisiones principales de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano. El CO₂ producido por la actividad humana es el principal responsable del calentamiento global. En 2020, su concentración en la atmósfera había aumentado hasta un 48 % por encima de su nivel preindustrial (antes de 1750).

También aparecen otros gases artificiales que retienen la radiación infrarroja, como por ejemplo los gases fluorados (clorofluorocarbonos o CFC, hidrofluorocarbonos o HFC, hidroclorofluorocarbonos o HCFC o especies totalmente fluorinadas como el SF₆) y el ozono troposférico, todos ellos emitidos exclusivamente por el hombre.

Una mayor concentración de GEI en la atmósfera no solo eleva la temperatura global, sino que también provoca cambios permanentes tanto en las temperaturas como en los patrones meteorológicos, afectando gravemente a los ecosistemas. A estos cambios prolongados en el tiempo se les denomina cambios climáticos. Estas modificaciones del clima se han producido de manera natural a lo largo de la historia de la Tierra, por ejemplo, por alteraciones en la inclinación del eje de rotación de la Tierra, cambios en la excentricidad de la órbita terrestre, impacto de meteoritos, etc. Sin embargo, el cambio climático actual es principalmente resultado de la actividad humana, especialmente desde la Revolución Industrial, con la quema de combustibles fósiles. Como consecuencia, nos dirigimos hacia un planeta más caliente y árido, con fenómenos atmosféricos extremos cada vez más frecuentes, lo que pone en riesgo la vida en todas sus formas.

Superpoblación y agotamiento de los recursos

El término “superpoblación” se refiere específicamente a una situación en la que la Tierra no puede regenerar los recursos utilizados por la población mundial cada año. En el año 2022 se alcanzaron los 8000 millones de habitantes y se espera que la tendencia siga en aumento. La población mundial estimada para el año 2024 va a ser de más de 8000 millones de personas, 75 millones más que en el año 2023. Además, la ONU prevé que se alcanzarán los 9700 millones de habitantes para el año 2050.

El crecimiento poblacional y el estilo de vida, especialmente en los países desarrollados, han incrementado la presión sobre el medioambiente para cubrir estas necesidades. El agotamiento de recursos naturales ocurre cuando el consumo es tan rápido y descontrolado que la naturaleza no puede regenerarlos, ya sea porque son recursos no renovables (como los combustibles fósiles, minerales, etc.) o porque no tiene tiempo suficiente para hacerlo (como en la sobreexplotación de peces o suelos cultivados). Esto podría llevar a una situación en la que los recursos disponibles sean insuficientes para abastecer a la población mundial.

Deforestación y pérdida de biodiversidad

► La deforestación es un fenómeno de reducción de la superficie forestal. Está causada por múltiples factores naturales y humanos como los incendios forestales, la sequía, la silvicultura o la tala intencionada, y tiene consecuencias irreversibles en el medio ambiente.

Los bosques constituyen uno de los absorbentes naturales del dióxido de carbono atmosférico, esencial para la fotosíntesis. Su desaparición no solo perjudica a la biodiversidad, sino que también afecta al calentamiento global y a la pérdida de recursos naturales.

► Se denomina biodiversidad a la variedad de entornos que componen el espacio natural, que incluye tanto la diversidad de medios y especies como las variedades genéticas dentro de ellas.

Actualmente, la pérdida de biodiversidad es alarmante, con cifras de pérdidas en torno al 80% en algunos espacios. Los ecosistemas más afectados incluyen la sabana, la pradera, la tundra, y ciertos tipos de bosques y selvas. La responsabilidad de este hecho recae principalmente sobre la actividad humana, como la sobreexplotación de recursos terrestres y acuáticos, la conversión de hábitats para la agricultura o la ganadería, y la introducción de especies invasoras.

Contaminación

La contaminación ocurre cuando un contaminante se introduce en un entorno natural, causando inestabilidad, daño o malestar en un ecosistema, en el medio físico o en los seres vivos. Generalmente, las consecuencias de la contaminación derivan fundamentalmente de la actividad humana.

1. Contaminación del aire: la actividad industrial, el tráfico rodado o el uso de calefacción, entre otros, causan la liberación de gases y polvos tóxicos a la atmósfera que alteran su composición y supone un grave riesgo para la salud de todos los seres vivos. Además, algunos contaminantes pueden dar lugar a la formación de lluvia ácida y a la reducción de la capa de ozono estratosférica.
2. Contaminación del agua: la contaminación de mares, ríos y lagos se produce por las actividades del ser humano, principalmente por vertidos industriales descontrolados y sin tratamiento, aguas residuales, uso de fertilizantes e insecticidas, deforestación y degradación del suelo, y es foco de infecciones. Además, los océanos están experimentando un proceso de acidificación creciente por reacciones con el CO₂ atmosférico, lo que amenaza la vida marina. Los vertidos ricos en nitrógeno y fósforo provocan eutrofización, acelerando el crecimiento de algas y plantas, alterando los ecosistemas acuáticos.
3. Contaminación de los suelos: producida por la introducción de ciertos elementos, como los productos químicos utilizados en la agricultura, puede dañar tanto a los microorganismos como a la flora y fauna del entorno.

Un problema cada vez más alarmante es la contaminación por plásticos. A día de hoy, los plásticos han llegado a contaminar los suelos y los océanos, formando incluso enormes islas de desechos plásticos que alcanzan dimensiones comparables a naciones.

Existen otras formas de contaminación que son ocasionadas por ondas. Es el caso de la contaminación acústica, la lumínica o la radiactiva, por ejemplo. Todas ellas tienen repercusiones negativas sobre la salud de los seres vivos y sus ciclos biológicos.

Desigualdades sociales

El término "desigualdad" hace referencia a una situación socioeconómica en la que ciertas personas tienen más oportunidades que otras. Según la ONU, este concepto no se limita únicamente a la riqueza, el patrimonio o los ingresos, sino que también abarca la esperanza de vida, las opciones para acceder a una educación de calidad o las oportunidades para expresarse libremente.

La desigualdad no solo ocurre entre países, sino también dentro de cada sociedad, manifestándose en diversas formas como económica, de género, racial, religiosa, por diversidad funcional, etc., generando la denominada brecha social. Estas desigualdades representan un riesgo global al generar migraciones masivas, conflictos violentos y pérdida de cohesión social.