2. Cloud/Nube. Concepto y niveles

El concepto de “nube” se refiere al almacenamiento de datos en servidores externos a nuestros dispositivos. No es una entidad física, sino una red enorme de servidores ubicados en centros de datos de todo el mundo que están conectados para funcionar como un único ecosistema.

Estos servidores están diseñados para almacenar y administrar datos, ejecutar aplicaciones o entregar contenido o servicios, como streaming de vídeo, correo electrónico, software de ofimática o redes sociales. En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal o local, accedes a ellos online desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.

Existen diversos tipos de nubes que las empresas pueden implementar atendiendo a sus necesidades, al modelo de servicio ofrecido y a cómo se desplieguen.

• Nube pública, que comparte recursos y ofrece servicios al público a través de Internet.
• Nube privada, que no se comparte y ofrece servicios a través de una red interna privada, normalmente hospedada en el entorno local.
• Nube híbrida, que comparte servicios entre nubes públicas y privadas, según su finalidad.
• Nube comunitaria, que comparte recursos solo entre organizaciones, por ejemplo, con instituciones gubernamentales.

Cloud computing

El cloud computing es la disponibilidad de recursos de computación bajo demanda (como almacenamiento e infraestructura) a través de Internet.

Esta prestación de servicios permite al cliente acceder a través de la red a un conjunto de recursos compartidos y configurables (redes, servidores, almacenamiento, aplicaciones y servicios) desde cualquier lugar y en cualquier momento, ya que simplemente se requiere un navegador web con conexión a la red para ello. Esto proporciona flexibilidad, acceso continuo, y elimina la necesidad de inversiones y mantenimiento en equipos y software.

El cloud computing se caracteriza por:

• Autoservicio bajo demanda: los usuarios pueden acceder a recursos de tratamiento de datos y almacenamiento en función de sus necesidades, sin interaccionar directamente con cada proveedor de servicios.
• Amplio acceso a la red: los recursos están disponibles en Internet y se puede acceder a ellos mediante distintos dispositivos como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles o estaciones de trabajo.
• Agrupación de los recursos: los recursos informáticos del proveedor son compartidos entre varios usuarios, reasignados en función de la demanda de los consumidores. La agrupación de recursos permite a los clientes compartir las mismas aplicaciones o infraestructuras, manteniendo la privacidad y la seguridad.
• Rápida elasticidad: los recursos se pueden acumular y activar de manera flexible, en determinados casos automáticamente, para adaptarse a la demanda. Los clientes pueden utilizar estas capacidades en la cantidad y en el momento que se requiera.
• Medición del servicio: los recursos se controlan y optimizan mediante sistemas de medición que monitorizan y reportan el uso. La utilización de los recursos puede ser vigilada, controlada y notificada, lo que garantiza la transparencia al proveedor.